Nuevamente un nombre de mujer vuelve a ponernos en tensión solo de oírlo nombrar. En este caso, se trata de Elsa, huracán que cercano al arco de las Antillas Menores (al momento de redacción de la presente nota) ya amenazaba con afectar de una u otra manera al territorio nacional.
Sin embargo, teniendo en cuenta la evolución del sistema tropical, al cierre de esta información todavía es prematuro predecir sus posibles afectaciones sobre la provincia, así como las características e intensidad a su paso por nuestra geografía, refirió a Invasor Oscar Benedico Rodríguez, director del Centro Meteorológico Provincial de Ciego de Ávila.
Añadió que los modelos de pronósticos son consistentes en la trayectoria y evolución del organismo ciclónico en un plazo de 12 a 36 horas; no obstante, comienzan a mostrar cierta dispersión a partir de su tránsito por el mar Caribe central, al sur de la isla La Española. La intensidad de las lluvias, la fuerza de los vientos y los efectos del mar sobre Cuba, estarán en estrecha relación con su evolución y futura trayectoria.
Aunque nos encontremos por debajo de la media histórica acumulada, los suelos del territorio presentan actualmente un alto grado de humedad, por lo que el riesgo de inundaciones por el aumento de los escurrimientos se hace mayor, alertó Pedro Rodríguez Mora, director técnico de la Empresa Aprovechamiento Hidráulico Ciego de Ávila.
Acerca de los riesgos de inundaciones, el especialista dijo que las instalaciones que se encuentran en el Parque de la Ciudad y aguas debajo de la micropresa La Playita, en la cabecera provincial, deben tomar todas las medidas de evacuación de sus recursos. De igual manera, los poblados de Majagua y Guayacanes deben estar preparados y alertas ante la posible crecida de los ríos y, para estos casos, la creación de capacidad de drenaje es fundamental.
Especificó que el riesgo de inundación de la ciudad de Morón radica en su baja capacidad de drenaje para lluvias superiores a los 150 milímetros (mm), existiendo grandes probabilidades de superar tales acumulados en caso de que el evento meteorológico siga la trayectoria de los pronósticos.
Rodríguez Mora comentó que los embalses y presas de la provincia poseen capacidad para recibir unos 112 millones de metros cúbicos, minimizándose las afectaciones aguas debajo de los mismos por el poder de regulación que hoy poseen.
Detalló el especialista que la presa Las Margaritas se encuentra al 79 por ciento de llenado, por lo que es la de mayor probabilidad de vertimiento, alertándose al municipio de Venezuela sobre el riesgo de inundación por la crecida del río Maniadero.
En el municipio de Chambas, los embalses Cañada Blanca y Chambas II poseen capacidad para acumular 25 millones 341 000 metros cúbicos, estando al 68 por ciento de llenado. Por otra parte, la presa Calvario puede recibir 6 millones 449 000 metros cúbicos, situación que reduce los riesgos de inundación en esta zona.
En el municipio de Morón la presa Puente Largo se encuentra al cinco por ciento de llenado, con capacidad para 38 millones de metros cúbicos, mientras que las lagunas naturales de La Leche y La Redonda pueden añadir a su volumen otros 36 millones de metros cúbicos.
En el caso del municipio de Baraguá, la presa Sábanas Nuevas posee capacidad para 4 millones 387 000 metros cúbicos; al tener el embalse una cuenca de alimentación muy llana, condiciona que las lluvias tendrían que prolongarse en el tiempo para verter, minimizándose así los riesgos.
“El riesgo de inundación en caso de intensas lluvias se mantiene en las zonas bajas de todos los territorios, por lo que además de las aclaraciones en áreas puntuales, deben tomarse allí todas las medidas implementadas en los planes de reducción de desastres sin perder un minuto”, apuntó Rodríguez Mora.
Hoy los acuíferos de Ciego de Ávila poseen capacidad para 126 millones 557 000 metros cúbicos, encontrándose al 84 por ciento de llenado, por lo que las lluvias que ocurran rondarán en beneficios para las cuencas subterráneas.
Se recomienda a la población que mantenga, por encima de todo, la disciplina y el cumplimiento de las indicaciones de la Defensa Civil, fundamentalmente en nuestro caso, por el peligro que representan actividades temerarias como la pesca en los aliviaderos y compuertas de las obras hidráulicas.