La culminación de las acciones de ordenamiento ambiental previstas por el proyecto internacional Conectando Paisajes en cuatro macizos montañosos del país, favorece la toma de decisiones para el manejo sostenible de esas áreas.
Las labores en las regiones especiales de desarrollo sostenible Guaniguanico, Guamuhaya, Bamburanao y Nipe-Sagua-Baracoa incluyeron la actualización de mapas y del estado de las áreas protegidas, estas últimas incrementadas en nueve como resultado de los estudios, destacó LázaraSotolongo Molina, directora del proyecto.
Señaló como otros logros la reforestación de las cuencas hidrográficas, conservación de los recursos florísticos, creación de fincas agroforestales y silvopastoriles, y la confección de tres biodigestores que suministrarán energía (biogás) a una comunidad y una escuela primaria, por tanto, aportan al desarrollo local.
La Máster en Ecología y Sistemática Aplicada refirió que durante los últimos años en esas regiones montañosas se mantuvo la cobertura forestal y disminuyó la fragmentación del paisaje al existir mayor movimiento de especies como resultado de la conectividad, favorable para conservar la diversidad biológica.
Subrayó que las fincas vinculadas al proyecto han aportado al Programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, mediante el suministro de alimentos a comunidades e instituciones sociales, lo cual confirma el impacto económico y social de Conectando Paisajes.
Durante un recorrido por el macizo montañoso de Bamburanao, constató los logros en la Finca Escuela con Enfoque de Paisaje Rincón Los Hondones, una de las seis de su tipo en el país, merecedora de esa condición por realizar un manejo agroforestal que favorece la conservación de la biodiversidad.
Allí ―explicó― las acciones de los productores, con la intervención del proyecto, facilitan una variedad de producciones (viandas, granos, hortalizas y frutas), mediante prácticas agroecológicas y el uso racional de recursos naturales como el agua y los suelos; además de fomentar la cría de carneros, cerdos, conejos y aves.
Consideró relevante la vinculación de sus propietarios a las labores docentes en las enseñanzas Primaria, Técnico-Profesional y Superior, de manera particular a la formación de 104 ingenieros agrónomos, quienes realizan allí sus prácticas laborales, en tanto, cinco desarrollan investigaciones para culminar los estudios.
Ese sitio también deviene espacio para adiestrar a productores de zonas aledañas en técnicas que aseguren la sostenibilidad de las producciones, preservación del medio ambiente y adaptación al cambio climático.
Osveldo Gómez Reina, propietario de referida finca-escuela, agradeció la confianza en la gestión de su familia y la contribución del proyecto a mejorar las condiciones de vida y trabajo en el lugar, de modo que se estimula el incremento de las producciones en armonía con el entorno.
Además del respaldo del proyecto, María del Carmen Olivera Isern, coordinadora de Conectando Paisajes en el territorio avileño, consideró esenciales los conocimientos de los dueños de la finca, a quienes se reconoce el mérito de implicar a sus descendientes a las labores agrícolas y el rescate de tradiciones campesinas.
Auspiciado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el Grupo Empresarial Forestal, y los ministerios de la Agricultura y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente este proyecto está encaminado a garantizar la protección efectiva de la biodiversidad contra amenazas actuales y futuras en paisajes de montaña.
Además de aportar saberes concibe el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de las personas que habitan esos ecosistemas, quienes se benefician con entregas de herramientas de trabajo, vestuario para las labores en el campo y artículos para el hogar.
