Cabezal Acontecer Elimina el Bloqueo ElMundoDiceNo1

    “La muerte es derrota”

    Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
     
    Valoración:
    ( 0 Rating )
    Pin It

    muertessss

     

    Cuando Ciego de Ávila encabezó los peores titulares, con la tasa de mortalidad infantil más alta del país en 2021 —13,6 por cada mil nacidos vivos— coronamos la peligrosa espiral que en los últimos años habíamos escalado: menos nacimientos y más fallecidos.

    Lo cierto es que bajo el influjo de la COVID-19 no alcanzaron ni los esfuerzos ni los recursos humanos para que, efectivamente, el Programa Materno Infantil (PAMI) no tuviese competencia en la cadena de atenciones. Del consultorio al hospital se desdibujaron los protocolos y fue evidente que, aun cuando están descritos, ponerlos en práctica no siempre es una experiencia feliz.

    Hasta este 24 de marzo, el departamento de Estadística de la dirección provincial de Salud reportaba una tasa de mortalidad infantil de 6,6 por cada mil nacidos vivos, lo cual se traduce en seis muertes y 911 nacimientos. Para la arrancada, estos números tampoco son halagüeños, más cuando el propósito del país en no rebasar, como tasa, los cuatro fallecidos en 2022.

    A estas alturas no solo haría falta un barredor de tristezas, sino control, motivación, capacitación, y responsabilidad desde todos los ámbitos. Así lo confirma el diálogo con Nilka Pita Alemán, directora provincial de Salud, en un contexto en el que las cifras no lo dicen todo, pero nos acercan al vórtice del problema. Los indicadores del PAMI tienen que cambiar para bien.

    —¿Qué estrategia de trabajo han asumido para revertir los números en rojo?

    —Insistimos en la capacitación y el acompañamiento, con más fuerza después de la visita de un equipo ministerial a finales del año 2021, que señaló deficiencias que antes no veíamos, y dejó sugerencias para resolverlas. Los jefes de los programas y de los Grupos Básicos de Trabajo (GBT), los obstetras, pediatras, enfermeras y neonatólogos han recibido capacitaciones.

    “Por la elevada morbilidad materna existente en el país, se ha revisado el seguimiento a embarazadas con un grupo de patologías preocupantes, entre ellas, las cardiopatías y las anemias.

    “Hemos visitado los municipios para revisar las estrategias del programa, los consejos de dirección y rescatar los plenos, espacio mensual donde convergen todos los organismos, con tal de garantizar la intersectorialidad. En estas reuniones se toman decisiones importantes, por ejemplo, si una embarazada necesita un apoyo material por su situación económica o dónde es necesario incidir para lograr un ingreso en un hogar materno.

    “Las comisiones de prevención han sido activadas a partir de los análisis resultantes de los plenos, lo mismo para tratar con madres adolescentes que no atienden bien a sus hijos, como para asegurar el estado de una embarazada con conducta deambulante en el municipio cabecera. Sabemos que parte del éxito radica en incrementar el control a los procesos, a los consultorios y a los hogares maternos”.

    —¿Qué deficiencias se reiteran en los controles?

    —Todavía falla la identificación de riesgos preconcepcionales y, consecuentemente, la aplicación de los protocolos. Revertir esto en las áreas de salud es vital. El seguimiento no es sistemático, existen demoras en las consultas y en el ingreso oportuno a los hogares maternos, cuyo índice ocupacional ronda el 50 por ciento, con mejor comportamiento en el municipio de Majagua, y peor en Chambas, Baraguá y Ciego de Ávila.

    —En nuestro contexto, el bajo peso al nacer y la prematuridad determinan morbilidad y mortalidad infantil, ¿se han diseñado acciones específicas para mitigar su prevalencia?

    —El Grupo Provincial de Ginecobstetricia fue restructurado y se realizaron encuentros para actualizar los protocolos, sobre todo, de prematuridad y bajo peso. Las conductas estaban escritas, pero detectamos que no siempre eran implementadas tal cual en los hospitales. Esto hay que corregirlo.

    “Como parte del proceso de capacitación, se han realizado cursos de ultrasonido, útiles para el diagnóstico de malformaciones congénitas y del crecimiento intrauterino retardado. Los obstetras y neonatólogos piensan que el bajo peso puede estar relacionado con el impacto de la COVID-19; en correspondencia, se investigan varias líneas temáticas. Desde la ciencia necesitamos resultados que guíen las acciones. Además, se abrirán hogares maternos en los municipios donde hoy no existen, en los casos de Florencia y Majagua ya están bien definidos los locales a usar para estos fines. Es un aliento no reportar muertes maternas en lo que va de año.

    “Hasta la fecha hemos retrocedido en lo referido al bajo peso al nacer, tenemos 19 niños más que en igual etapa del año anterior. Según los expertos esta condición es exponencialmente proporcional a la muerte. A la larga, es casi un aliento tener un número tan elevado de niños que nacen con pesos extremos y menos muertes que las probables”.

    —Garantizar la formación de especialistas y suplir el déficit en algunos servicios hospitalarios son desafíos en la provincia…

    —En estos momentos los 32 Grupo Básico de Trabajo (GBT) del territorio tienen su jefe, con control sobre los niños y embarazadas del área de salud. Se ha completado el número de obstetras, por lo que faltarían solo pediatras y clínicos, no obstante, estas funciones están cubiertas con médicos generales integrales certificados. Sucede que la propia dinámica del sector implica altibajos en esto que hoy consideramos un logro, ya sea, por ejemplo, por el éxodo o las licencias de maternidad.

    “La obstetricia en la Atención Secundaria es la especialidad con mayor déficit. Esto nos afecta, en especial, las guardias, porque se necesitan tres personas para garantizar el tercer criterio médico y definir la conducta a seguir con las embarazadas ingresadas. También, el número de enfermeros disponible es poco, por eso, se han movido de sus puestos a enfermeras neonatólogas que desempeñaban otras funciones e, incluso, las del servicio de terapia intensiva las vinculamos a la atención de los pequeños. Este año en el plan de plazas solicitamos más cupos para enfermeros, en la modalidad de técnico-medio para garantizar rapidez en la formación.

    ─Las infecciones asociadas a los cuidados sanitarios fueron un buche amargo en 2021, sobre todo, porque estuvieron relacionadas con problemas infraestructurales, ¿ha cambiado el panorama?

    —El final del 2021 fue muy tenso. Tuvimos un brote de sepsis, asociado a los cuidados sanitarios en el Hospital Provincial Antonio Luaces Iraola, lo cual conllevó a la muerte de varios niños. Desde entonces se ha trabajado para resolver los problemas estructurales que lo provocaron.

    “En la sala de Neonatología se eliminaron dificultades relacionadas con el agua, filtraciones en los salones de parto y cesárea, y se evaluó técnicamente la capacidad de clima que requerían estos espacios. Paulatinamente, se han reparado las áreas relacionadas con el PAMI. Así, hoy se trabaja en la sala de Gestante A y después se continuará en Puerperio, pero está claro que estos espacios llevan un proceso de mantenimiento continuo porque trabajan 24 horas y en eso tenemos que ganar.

    “De igual modo, se capacitó al personal en lo referido a normas de higiene y se completó la ropa sanitaria necesaria. Ahora, estamos en mejores condiciones, solo falta el control para que cada quien cumpla con lo establecido.

    “Las experiencias de esos días difíciles nos permitieron controlar a tiempo otro brote de sepsis en el hospital de Morón. Ningún pequeño murió y el problema constructivo se solucionó con rapidez”.

    —Cuando ocurre una muerte materna o fallece un niño, ¿se discute el caso? ¿Se evalúa la eficacia de las conductas seguidas? ¿Cuándo hablamos de mala praxis?

    —Al inicio de este año retomamos la discusión de la morbilidad y la mortalidad desde la base. Cuando una mujer o niño entra en estado grave, comenzamos el seguimiento y la discusión del caso con especialistas del Ministerio de Salud Pública. Luego, un equipo de la dirección provincial de Salud se traslada hasta el hospital y allí continúan los análisis con profesionales del municipio y de la Atención Secundaria. No hay decisiones tomadas al azar, ni impunidad.

    “Cuando tenemos un fallecido, se revisan cada una de las acciones seguidas y cuán oportunas fueron. Algunas medidas tomadas han sido en el orden organizativo y otras de capacitación; es cierto que, a veces, nuestro personal no ha tenido todo el conocimiento para actuar.

    “Cuando se ha demostrado falta de control o negligencia administrativa, se han tomado medidas severas, entre ellas, la democión de personas de su cargo y a especialistas de sus puestos.

    “Sin embargo, en las discusiones sostenidas hasta la fecha, ningún caso ha demandado invalidar a alguien del ejercicio de la profesión. La muerte siempre es una derrota para cualquier profesional de la salud, entristece y duele”.

    Escribir un comentario

    ¿Con qué frecuencia accede al Portal del Ciudadano?
    ¿Cómo valora la calidad y el funcionamiento del sitio?
    ¿Qué secciones visita de nuestro portal?
    A su juicio, nuestro portal debería enfocar la prioridad de trabajo en: