Con nuevas opciones para la superación e incorporación de la fuerza femenina a los planes de desarrollo económico y social, se materializa en Cuba el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), implementado desde el año 2021 para promover la equidad de géneros e igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades.
Reina de la Caridad Torres Pérez, diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y miembro del Secretariado Provincial de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) destacó que se ejecutan políticas públicas dirigidas a suprimir manifestaciones de violencia y discriminación que obstaculizan mayores resultados en lo económico, político, social y familiar.
La creación de un grupo asesor, integrado por expertas de diferentes disciplinas que forman parte de la comisión parlamentaria de Atención a la Juventud, Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer, constituye una fortaleza para implantar ese plan de Gobierno, expuso.
Se refirió al empoderamiento a través del proyecto EspuMás, con oportunidades de empleo mediante el arrendamiento de lavadoras y facilidades para adquirir detergente, de manera que pueden ofrecer un servicio útil en comunidades distantes.
Particularizó que en Ciego de Ávila 13 mujeres están acogidas a esa inciativa, incluidas seis de la localidad de Punta Alegre, identificada en el mapa político del territorio por poseer condiciones de vulnerabilidad.
A nivel nacional se gesta la campaña denominada Juntas por la no violencia contra la mujer, se diseñó un mapa de servicios con los contactos para la atención a víctimas de expresiones discriminatorias por razones de género y se imparten cursos para la capacitación en oficios tradicionalmente considerados masculinos.
Subrayó la entrada en vigor del Decreto Ley “De la maternidad de la trabajadora y la responsabilidad de las familias” como garantía del derecho a la reproducción y en consonancia con las necesidades de reemplazo poblacional en una nación con alto grado de envejecimiento y aumento de las migraciones hacia el exterior.
En asentamientos en condiciones de vulnerabilidad se expresan las sinergias entre el PAM y los programas nacionales de Atención a la Dinámica Demográfica y de Transformación de Barrios y Comunidades, a través de los cuales se crean condiciones para elevar la calidad de vida de las mujeres y estimular su incorporación a actividades económicas, argumentó.
Las acciones en localidades del territorio avileño contemplan la asignación de viviendas y prestaciones de ayudas económicas a madres con tres o más hijos, y la construcción de casitas infantiles para el cuidado de niños y niñas, de manera que se facilite la inserción en actividades productivas y, por ende, la independencia económica, añadió.
Torres Pérez, miembro de la Comisión Agroalimentaria de la Asamblea Nacional, resaltó que la contribución de estos programas de Gobierno al aumento de la tasa de actividad económica femenina, con tendencia a la disminución en los últimos años.
Esos programas también contribuyen a mejorar la calidad de vida en zonas rurales, lo que coadyuva a contener las migraciones hacia la ciudad en una provincia eminentemente agrícola y con el 73.6 por ciento de la población concentrada en zonas urbanas, según estudios del Observatorio Demográfico, planteó.
La parlamentaria ponderó que el Código de las Familias reconoce los derechos de las mujeres y se proyecta a favor de la protección e igualdad de géneros al conceder valor económico al trabajo en el hogar y enfatizar en la distribución equitativa de las responsabilidades domésticas.
Establece la diversidad de modelos familiares y el respeto a los derechos sexuales y reproductivos, aborda consecuencias ante separaciones o divorcios, las preferencias para herencias de bienes y pensiones por viudez, y otros temas relevantes para las mujeres, añadió.
Introduce conceptos como la responsabilidad parental, las familias multiparentales, la guarda y cuidado compartida, la gestación solidaria y la unión de efecto afectiva, todos favorecedores de la lucha por la igualdad; además de ofrecer protección ante situaciones de violencia familiar que involucran a mujeres y niñas.
Para continuar avanzando en el PAM se requiere agilizar la búsqueda de empleos, proseguir la constitución de comités de género, ampliar las capacidades para el cuidado de niños, asegurar y concretar las acciones en los municipios e incorporar más mujeres a empleos no tradicionales, puntualizó.
Asimismo, se precisa potenciar la igualdad, el respeto a la diversidad y el enfrentamiento a la discriminación, además de contrarrestar problemas sociales como el embarazo en la adolescencia, indicó.
Bárbara Terry Depestre, también diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y jueza del Tribunal Provincial Popular resaltó la evolución social de la mujer cubana como resultado del triunfo revolucionario de enero de 1959 y el empeño de Vilma Espín y Fidel Castro, principales impulsores del reconocimiento y respeto a esa figura.
Acentuó que Cuba es la segunda nación del mundo con mayor presencia de mujeres en el Parlamento y las promueve a cargos de dirección de acuerdo con sus capacidades, lo que reafirma la voluntad política de otorgarles el lugar que merecen y aprovechar sus potencialidades para encauzar el progreso.
Remarcó que el PAM, aprobado mediante el Decreto Presidencial número 198 del año 2021, constituye piedra angular en el desarrollo de políticas a favor de las cubanas.
