Porque en la era de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones la palabra conexión remite de inmediato a los sucesos en el ciberespacio, el título pudiera parecer burlesco, considerando que el reportaje se centra en una zona con débiles señales radioelectrónicas.
Bien lo saben quienes se han “abrazado” a la columna central del portal de la vivienda de Osveldo Gómez Reina y Ana Elsy Guerra Galafert, o siguiendo otras recomendaciones de la familia se sentaron en el patio, a la sombra del almendro, para “pescar” la cobertura que permita, al menos, hacer una llamada o publicar en las redes sociales.
Sin embargo, otros enlaces son fuertes en el Rincón de Mabuya, al pie del tramo del macizo montañoso de Bamburanao perteneciente al municipio de Chambas, en el noroeste de la provincia de Ciego de Ávila, donde la integración entre el lomerío y las zonas productivas es un hecho consumado después de ocho años del proyecto internacional Conectando Paisajes.
Rincón Los Hondones: el “switch”
Como un switch, dispositivo que sirve para interconectar todos los equipos de una red, la Finca Escuela con Enfoque de Paisajes Rincón Los Hondones, al pie de las elevaciones que atraviesan el territorio chambero, logró enlazar a la mayoría de los productores de la zona en el empeño por implementar prácticas agrícolas amigables con el entorno.
María del Carmen Olivera Isern, subdelegada de Medio Ambiente y coordinadora de ese programa global en el territorio avileño, expresó que esa unidad productiva sobresalió a nivel nacional como la de mejores resultados en el cumplimiento de los objetivos del proyecto.
Explicó que los productores Osveldo y Ana Elsy, vinculados como profesores al Centro Universitario Municipal (CUM) de Chambas, desataron un movimiento local al socializar conocimientos sobre prácticas agroecológicas, y el manejo de recursos naturales (suelos, agua y plantas), lo que favorece la adaptación al cambio climático.
En las 3.21 hectáreas de Rincón Los Hondones demuestran la capacidad para autoabastecerse y aportar al consumo social, reducen la dependencia de medio e insumos externos en las producciones agrícolas, y promueven el consumo de alimentos saludables, subrayó.
Resaltó el empleo de microorganismos eficientes para descomponer la materia orgánica y aumentar la disponibilidad de nutrientes en el suelo, inhibir el crecimiento y desarrollo de especies dañinas, estimular la evolución de los cultivos, degradar sustancias tóxicas y mejorar la calidad de la tierra.
Señaló otras técnicas como las siembras en contornos sobre curvas de nivel para disminuir la incidencia erosiva por el cambio climático en las zonas altas y la erradicación de las tendencias a la formación de cárcavas al formar tranques con piedras.
A ello se suman otros métodos como el policultivo e intercalamiento, la aplicación de materia orgánica y desperdicios de cosecha al terreno, incorporación de plantas repelentes para disociar las plagas y el desarrollo de zanjas de evacuación para evitar que las corrientes de agua lluvia deterioren los suelos.
Usan la tracción animal e implementos de conservación de suelos y cercas vivas; además de diversificar los cultivos e incorporar la cría de animales, añadió.
Esos procedimientos benefician el agroecosistema y su conservación, posibilitan un óptimo aprovechamiento del espacio y la recuperación de poblaciones forestales y frutales, con buenos rendimientos y calidad en las producciones para el consumo.
De esa forma establecen conectividades entre el ecosistema montañoso y las zonas productivas, lo que favorece la protección del entorno e incrementa la biodiversidad, acentuó.
Consideró que los resultados retribuyen los esfuerzos de Conectando Paisajes al crear capacidades humanas y materiales para el desarrollo de producciones sostenibles en esa área.
Olivera Isern valoró, además, el aporte del Cuerpo de Guardabosques al intensificar las acciones para el control de los incendios forestales.
Agradeció la vinculación a la finca de los estudiantes y profesores del CUM, estos últimos con el mérito de trasladar las prácticas agroecológicas en las montañas a la localidad de Punta Alegre, sitio de intervención directa del proyecto internacional Resiliencia Costera.
Afirmó que Conectando Paisajes concluye, pero perduran las experiencias, el compromiso de continuar la transferencia de saberes y los vínculos con la casa de altos estudios.
Ofelia Roca García, profesora del CUM de Chambas, anunció que próximamente esa finca-escuela se convertirá en la nueva unidad docente de la Universidad Máximo Gómez Báez, de Ciego de Ávila, de manera que los estudiantes de la sede central también realizarán prácticas laborales en el lugar.
Precisó que Rincón Los Hondones contribuye, además, a la formación de dos profesores del CUM en la especialidad de Sistemas de Innovación Agropecuaria Local.
Ney Díaz Alemán, estudiante de segundo año de la carrera de Agronomía y miembro del Secretariado Municipal de la Federación de Mujeres Cubanas en Chambas, destacó que Rincón Los Hondones logra mayor motivación y vinculación del sexo femenino al estudio de la carrera de Agronomía y las labores en el campo.
Beirys Rodríguez Venegas, productora de la Cooperativa de Créditos y Servicios Máximo Gómez, del territorio chambero, reconoce que las estancias en la finca le permitieron comprobar la efectividad y los beneficios de los abonos orgánicos.
Yoandys Pérez, alumno de tercer año de Agronomía en el CUM, agradeció la oportunidad de realizar prácticas laborales e investigaciones en la finca, actividades que le permiten combinar conocimientos teóricos y prácticos sobre el manejo de los suelos, control de plagas y el intercalamiento de cultivos.
En predios avileños Conectando Paisajes ha beneficiado, además, a productores de tres fincas forestales (El Cuchillo, II Congreso y Los Ramones), en el municipio de Florencia; y otra de plantas medicinales en el territorio chambero.
Auspiciado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el Grupo Empresarial Forestal, y los ministerios de la Agricultura y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Conectando Paisajes ha garantizado la protección efectiva de la biodiversidad contra amenazas actuales y futuras en paisajes de montaña.
Además de aportar saberes concibe el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de las personas que habitan esos ecosistemas, quienes se benefician con entregas de herramientas de trabajo, vestuario para las labores en el campo y artículos para el hogar.
La culminación de las acciones de ordenamiento ambiental previstas por el proyecto internacional en cuatro macizos montañosos del país (Guaniguanico, Guamuhaya, Bamburanao y Nipe-Sagua-Baracoa), favorece la toma de decisiones para el manejo sostenible de esas áreas.
En esas regiones especiales de desarrollo sostenible las labores incluyeron la actualización de mapas y del estado de las áreas protegidas, estas últimas incrementadas en nueve como resultado de los estudios, informó Lázara Sotolongo Molina, directora del proyecto.
Expuso como otros logros la reforestación de las cuencas hidrográficas, conservación de los recursos florísticos, creación de fincas agroforestales y silvopastoriles, y la confección de tres biodigestores que suministrarán energía (biogás) a una comunidad y una escuela primaria, por tanto, aportan al desarrollo local.
Refirió que durante los últimos años en esas regiones montañosas se mantuvo la cobertura forestal y disminuyó la fragmentación del paisaje al existir mayor movimiento de especies como resultado de la conectividad, favorable para conservar la diversidad biológica.
Asimismo, las fincas vinculadas al proyecto han aportado al Programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, mediante el suministro de alimentos a comunidades e instituciones sociales, lo que confirma el impacto económico y social de Conectando Paisajes.
