En estos días en que el municipio de Majagua, se prepara para las elecciones de candidatos a delegados de la Asamblea Municipal del Poder popular, el ejemplo de Nilda Bárbara Rodríguez Castillo no puede dejar de mencionarse.
Sus 32 años consagrados a la labor de delegada y presidenta del Consejo Popular de Orlando González, constituyen patrón a seguir por las nuevas generaciones.
Caminar las calles del poblado, dialogar con la gente acerca de sus problemas y necesidades inmeditas, organizar procesos en la comunidad, son tareas cotidianas para la delegada, quién no escatima en días ni horarios para estar de cara al pueblo, dando respuesta o solución a cada planteamiento.
A esta abnegada mujer le valen el reconocimiento de sus electores, por la verticalidad de sus principios y la labor por el bienestar de la comunidad, poniendo corazón a cada empeño.
Majagüense de pura cepa ha sabido cumplir cada misión asignada; y las figuras de Fidel Castro y Vilma Espín representan grandes ejemplos a lo largo de su trayectoria.
Cargada de recuerdos, experiencias y amor por su pedacito de suelo, está mujer, madre, abuela y sobre todo delegada recorre cada día las calles hasta gastar su cuerpo y fundir el alma en el trabajo de forjar el bien para todos.