Organismos nacionales y foráneos participantes en el proyecto internacional Resiliencia Costera (RC) constataron el aprovechamiento de los recursos dispuestos para el fortalecimiento de la reducción de riesgos de desastres (RRD) y la adaptación al cambio climático (ACC) en cuatro asentamientos costeros del centro-norte de Cuba.
Teresa López Seijas, coordinadora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destacó el cumplimiento de propósitos fundamentales como el mejoramiento de las condiciones técnicas y la transferencia de saberes para gestionar, con una visión integradora, la RRD y la ACC.
Expresó su confianza en que las soluciones basadas en ecosistemas y comunidades se concretarán de mejor manera en los próximos años, sobre todo el restablecimiento de los bosques de manglares por el tiempo que requiere la regeneración.
No obstante, añadió, los resultados son sorprendentes en los cuatro sitios de intervención directa (Punta Brava, Playa Vitoria, Punta Alegre y Santa Rita), localizados en las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, respectivamente.
En el caso del territorio avileño, destacó el funcionamiento del Centro de Gestión para la RRD constituido en el municipio de Chambas, para consolidar el sistema de Defensa Civil y coadyuvar a la toma de decisiones encaminadas a la reducción de vulnerabilidades, la ACC y la planificación del desarrollo socioeconómico.
Los terrenos implicados en la rehabilitación de manglares -dijo- demuestran la efectividad de sus labores, de manera que las plantaciones cubren zonas que estaban desprovistas de esa vegetación.
Asimismo, se evidencian transformaciones en fincas agropecuarias, incluida la incorporación de prácticas agroecológicas que benefician la RRD y ACC, además de incrementar los aportes a la economía con producciones de alimento animal, cultivos varios, leche y sus derivados, y carbón vegetal, recursos destinados a satisfacer necesidades de la población local.
Enfatizó que todos los sitios de intervención de RC establecen sinergias con el proyecto internacional Conectando Paisajes para implementar experiencias agrícolas de montañas en zonas costeras, sin embargo, Punta Alegre se convierte en referente por el estado y rendimiento de los cultivos, como resultado de la utilización de abonos orgánicos y microorganismos eficientes.
López Seijas significó la vinculación de los centros universitarios municipales a las áreas implicadas en RC, lo que representa una garantía para cumplir los objetivos e impulsar el desarrollo local.
Campesinos vinculados al proyecto en Punta Alegre refirieron el aporte de conocimientos y recursos para progresar en las actividades agrícolas y ganaderas, y en la recuperación de manglares que contribuyen a la protección de bienes privados y colectivos ante los efectos de eventos hidrometeorológicos extremos.
Directivos y especialistas de la Unidad Empresarial de Base de la Empresa Forestal Integral de Chambas agradecieron el mejoramiento de las condiciones técnicas y el aporte de conocimientos científicos para lograr mayor efectividad en la regeneración natural asistida de los bosques de manglares y la remoción de plantas exóticas invasoras de esos entornos.
Valoraron la importancia de las labores que ejecutan en playa El Mamón para resguardar el poblado de Rivero -a la entrada del territorio puntalegrense- amenazado por inundaciones en casos de intensas lluvias y penetraciones del mar.
La coronel Gloria Gely Martínez, jefa del Departamento de Reducción de Desastres del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, apreció el buen funcionamiento del proyecto, así como la responsabilidad y el compromiso que asumen los gobiernos locales con esa iniciativa emblemática de la Unión Europea (UE) que apoya a los países más vulnerables a aumentar su resiliencia al cambio climático.
Resaltó el óptimo aprovechamiento de los recursos en función de la RRD y ACC, así como la capacidad de los especialistas que integran el proyecto internacional Resiliencia Costera, quienes demuestran una elevada preparación y compromiso con el cumplimiento de los objetivos.
El proyecto, dijo, concluye en el presente año, pero las autoridades locales deben lograr una sostenibilidad en las acciones.
Santos Cubillas Hernández, director de RC, subrayó que el programa se ha desarrollado bajo las tensiones y limitaciones provocadas por la pandemia de COVID‒19 y una crisis económica global, sin embargo, el empeño de los actores implicados conlleva al éxito, a partir de la identificación con los objetivos y el entendimiento de las esencias.
Como parte de sus acciones, RC creó centros comunitarios de capacitación en sus cuatro sitios de intervención directa, y otro con carácter regional en la provincia de Villa Clara, además de financiar el montaje de estaciones meteorológicas y mareográficas automáticas, al norte de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, para fortalecer el sistema de alerta temprana.
Se establecieron viveros para desarrollar posturas que permitirán la reforestación en diferentes áreas, incluidos ecosistemas montañosos, cuyas condiciones también determinan el equilibrio ecológico en el litoral.
El recorrido por el área de intervención de RC concluyó en la tarde de este jueves en el asentamiento costero de Santa Rita, situado en el municipio de Nuevitas, de la provincia de Camagüey.