Mejorar los procesos de producción, transformación, comercialización y consumo de los alimentos, y proteger el derecho de las personas a una alimentación sana y adecuada, son los objetivos fundamentales de esta estratégica legislación.
La tercera etapa de implementación de la Ley 148/2022, de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SSAN), comienza a darse en Ciego de Ávila, normativa fundamental para avanzar progresivamente en el derecho a la alimentación en Cuba.
Según trascendió en la última sesión del Consejo Provincial, para esta fase se constituyó una Comisión Provincial presidida por el gobernador e integrada por 63 miembros; así como las Comisiones Municipales de Soberanía Alimentaria, las cuales deben trabajar por lograr más estabilidad en su buen funcionamiento.
Se impartieron los seminarios sobre el diseño y gestión del plan de implementación de la normativa, a la vez que se revisa la Estrategia de Desarrollo Municipal con el propósito de incorporarla a ella.
Durante esta etapa se trabaja en el diseño y rediseño de los programas, y la cartera de proyectos de desarrollo y sus acciones; además, en implementar un cronograma de capacitación para las gobernanzas locales y los actores de los Sistemas Agrarios Locales (SAL).
A su vez, se configura el mapa de actores de los sistemas alimentarios con un enfoque inclusivo, en el cual ellos participan de forma activa en las decisiones que lo afectan y se comprometen con las metas trazadas. Como todas las cuestiones de esta Ley, es de carácter multifactorial, pues en la articulación de este mapeo se tiene en consideración el Ordenamiento Territorial, el Plan de la Economía y la Tarea Vida.
También se conformó el grupo de trabajo que realiza el diagnóstico e identificación de la información disponible para enfocarse en la satisfacción de las necesidades alimentarias locales, en especial de aquellas relativas a las personas en situación de vulnerabilidad.
“Este tema es estratégico para los territorios, al que debemos darle la máxima prioridad”, dijo el gobernador Tomás Alexis Martín Venegas.
Yaisel Vega González, delegado de la Agricultura, informó que entre los objetivos a medir se encuentran el cumplimiento de los diferentes programas (leche, carne, frutas, vegetales, los cinco kilogramos de proteína animal); el desarrollo del sistema empresarial (que incluye empresas agroindustriales municipales); créditos e inversión extranjera que pueden aportar a la soberanía alimentaria; y el cumplimiento de las 63 medidas para dinamizar la producción agropecuaria (contratación, desarrollo agroindustrial, comercialización).
Asimismo, añadió que se prestará atención a la ruralidad, la gestión eficiente de la fuerza de trabajo, el control de la masa ganadera, los centros de investigación y su potencial científico en los municipios, el extensionismo, tratamiento financiero a las cooperativas y la política de precios.
Acerca de los próximos pasos a seguir en la implementación de la Ley SSAN, Liván Izquierdo Alonso, primer secretario del Partido en la provincia, comentó la importancia de reafirmar los avances conseguidos; mientras que en las tareas restantes conocer a los responsables y su tiempo de ejecución.
“Todo esto es un asunto de máxima prioridad. El primer paso para lograr la autonomía de un municipio es tener su comida, y hay algunos avileños que no lo aseguran”, llamó la atención el también miembro del Comité Central del Partido.
Izquierdo Alonso se refirió a la importancia de aportar al autoabastecimiento desde el ámbito familiar, una experiencia que dio buenos resultados durante el Período Especial, en los noventas del pasado siglo.
“El otro asunto es que no tenemos control de lo que se está sembrando. En los municipios hay que evitar que salga toda la comida que hoy se escapa por falta de una contratación eficiente, sin autorización, que muchas veces va a manos de revendedores y especuladores”, señaló.
Sobre esto último dijo que no se resolverá con inspecciones en las carreteras, sino pegados a la tierra, con los productores en cada instancia: “tiene que cerrarse el ciclo de lo sembrado, cosechado y entregado”.
Entre los problemas y limitaciones detectados en Ciego de Ávila durante la segunda etapa de la ley relativa a la creación de capacidades se encuentra un insuficiente enfoque multifactorial en los sistemas de innovación, que provoca poco aprovechamiento de los resultados de la ciencia y la técnica.
Además, están las limitaciones de recursos materiales y financieros para la gestión de proyectos; las desfavorables condiciones de vida en las comunidades, en una buena parte vinculadas al sector agropecuario, lo cual provoca éxodo a núcleos urbanos y, por tanto, insuficiente fuerza de trabajo agrícola: baja calificación de la existente y escaso reconocimiento social a los trabajadores.
De igual manera, es escasa la utilización de alternativas agroecológicas para el mejoramiento de los suelos, en correspondencia con su explotación, y predominan sistemas de riego poco eficientes.