Mayor acercamiento a las comunidades para obtener productos reciclables logra la Empresa de Recuperación de Materias Primas de Ciego de Ávila (ERMPCA) al implementar el proyecto Reciclo mi Barrio, surgido en Villa Clara y extendido a varios territorios del país por la factibilidad de esa iniciativa.
Dos veces por semana y en coordinación con las organizaciones sociales, los trabajadores de las unidades empresariales de base de recuperación existentes en todos los municipios avileños, se desplazan hacia los barrios para facilitar a personas naturales y jurídicas las ventas o donaciones de materias primas.
Agustín Sánchez Muñoa, director de Operaciones de la ERMPCA, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que comenzaron en el mes de octubre por la Circunscripción 108 del Consejo Popular Lugones, en el sur de la ciudad cabecera, con la proyección de llegar hasta los barrios más apartados de la geografía avileña.
La ejecución de ese proyecto se facilita al disponer de triciclos eléctricos en todos los municipios, vehículos que pueden arribar hasta zonas de difícil acceso y constituyen una alternativa para mantener las labores de recaudación ante la escasez de combustibles fósiles, destacó.
Con las recogidas en los barrios se pretende estimular la recuperación de materias primas en hogares y entidades, cuyos integrantes no tienen necesidad de trasladarse hasta las casas de compra —en ocasiones distantes a varios kilómetros— para comercializar.
El directivo de la ERMPCA explicó que al existir esta posibilidad muchas personas optan por reciclar para obtener ganancias, en tanto, benefician a la economía nacional al sustituir importaciones y mantener la estabilidad en la generación de bienes y servicios esenciales para la población.
Reciclo mi Barrio también responde a las estrategias nacional y provincial de transición hacia una economía circular, que promueven el reciclaje como una de las acciones para contrarrestar un escenario global de sobrexplotación de los recursos naturales, que compromete la disponibilidad para el desarrollo y la supervivencia del planeta.
Sánchez Muñoa valoró que existen resultados positivos en la recaudación de chatarras de diferentes metales, envases de cristal, desperdicios plásticos, textiles y de vidrio, papel y cartón, fundamentalmente, pagados en el momento de la entrega y a precios que también constituyen un incentivo.
Durante los intercambios en los barrios los trabajadores de la ERMPCA instruyen a los pobladores para la clasificación de los desechos en los hogares y entidades, además de trasmitir mensajes de bien público relacionados con la urgencia de eliminar la contaminación por plásticos y los vertederos que afectan el ornato y la salud pública.
María de los Ángeles Zulueta Avellé, gestora de Comunicación Social de la ERMPCA, precisó que potencian diversas formas de recaudación, como los puntos limpios (lugares donde se depositan los recursos de manera clasificada) en escuelas, instalaciones hoteleras y extrahoteleras, y otros espacios con afluencia de público.
Señaló como otra de las fortalezas la sistematicidad en las compras móviles al adquirirse los triciclos eléctricos, la realización de festivales cederistas y el movimiento pioneril Recuperadores del Futuro.