Cabezal Acontecer Elimina el Bloqueo ElMundoDiceNo1

    Senda de caravanas

    Ratio: 5 / 5

    Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado
     
    Valoración:
    ( 1 Rating )
    Pin It

    Caravana de la LibertadUna columna mayoritariamente de hombres. Barbudos que acumulan días, meses, años los más experimentados, en los que la pólvora y el dolor se hicieron tan cotidianos como el aire o el verde de las lomas.

    Traen anécdotas y cicatrices, balas y cartas de familiares queridos, amuletos y cananas. Traen marcas muy profundas en la memoria, y sueños…

    Viajan en vehículos de guerra, porque las revoluciones no abren las alamedas pidiendo permiso, sino desbrozando viejos órdenes y sembrando nuevos. Al detener la mirada sobre las imágenes de entonces alguien hoy puede sonreír desmemoriado o creer que fue fácil. Es que cuesta mucho entender cómo una idea justa, sobre los hombros y la conciencia de unos pocos, mal equipados y peor vestidos, a veces descalzos, desharrapados y hambrientos, pudo más que miles técnicamente bien pertrechados y asesorados por el vecino del Norte, armados casi hasta los dientes, pero huérfanos de ideales.

    Una caravana de barbudos, roncos de tanto gritar, entra en la ciudad. Ciego de Ávila la recibe con afectos, muchos recaban una foto, un autógrafo, ofrecen lo que se puede. Otros apenas entienden. Se abrazan los barbudos que llegan y quienes los apoyaron de mil maneras en el llano. Alguien de la familia pregunta por el que saben que un día llegó a las lomas orientales, y ahora, una respuesta escueta resume el dolor de la pérdida: “Cayó sin miedo, como mismo vivió”.

    Reemprenden la marcha hacia la capital. Atinan a entender que el camino será largo, con emboscadas y traiciones. Fidel lo ha explicado y se encargará de insistir, como solo el barbudo mayor puede hacerlo, a la hora de sembrar una idea. Sueñan un país definitivamente libre de amos que desde afuera y adentro les esquilmaron durante siglos las riquezas y les asesinaron sin miramientos. Quieren viviendas y escuelas, tierras y hospitales, paz, riquezas, desarrollo, prosperidad. Quieren patria, porque la tierra de los padres merece y necesita un destino digno, ganado a costa de muchos sacrificios. No aceptarán que nuevos verdugos intenten mutilarles la esperanza.

    Se avista otra caravana, pero predominan los imberbes, y las consignas y los gritos se reparten casi por igual entre mujeres y hombres. Como atributos que no pasan de moda, ondean las banderas, la de la estrella solitaria junto a la del 26 de Julio.

    No es la misma fila de insomnes guerrilleros y, sin embargo, lo es. Reeditar el avance glorioso de las columnas invasoras, serpenteando de punta a punta el país recién liberado y efervescente, se antoja, más que la teatralización de un hecho, la vocación de que cada enero comience triunfando y en marcha. Llegar a La Habana, romper los muros de Columbia, decir a toda voz: “Esta es la revolución”.

    Como 65 años atrás, aguardan emboscadas, disparos, puñales por la espalda. El adversario acecha y no renuncia a su pesadilla.

    Cuando se desmontan los reciben viejas y nuevas canciones y consignas. De uno y mil modos son también soldados, mejor preparados, que se suman a la vanguardia y ahora los identifica un carné rojo, compromiso redoblado ante nuevos y aún más complejos retos.

    Cuba intenta despojarse de malos augurios y solo una palabra —trabajo—, resume el modo, el único modo de prolongar la columna que avista la luz y que siempre aguardará por nuevas caravanas de refuerzo.

    ¿Con qué frecuencia accede al Portal del Ciudadano?
    ¿Cómo valora la calidad y el funcionamiento del sitio?
    ¿Qué secciones visita de nuestro portal?
    A su juicio, nuestro portal debería enfocar la prioridad de trabajo en: