Después de un año cuyos resultados económico-productivos justificarían todas las expresiones de austeridad, cabría esperar que sobraran dedos de las manos para enumerar las obras inauguradas en saludo al aniversario 65 del triunfo de la Revolución.

Pero no es el caso. Con dificultades y escaseces aquí se trabajó y 2024 nos encontró admirando lo hecho, a pesar de los pesares.

Frente al parque infantil recuperado, los consultorios médicos levantados desde cero, la conductora de agua potable o el granito pulido del Parque Martí, el desconocedor —o el desagradecido— solo podría ver los techos y las paredes que faltan, o la escuela rural que todavía no recibe el esplendor que merece. Pero habría que tomarse un minuto para admitir que los esfuerzos, energías y recursos destinados en cada rincón de la provincia a reparar, sanar y crear la obra colectiva, pocos no fueron en 2023.

Y no se trata de la obcecada idea de hacer por hacer, dejando de lado las prioridades que marca la existencia misma. Nadie podría poner en dudas la urgencia de un parque infantil recreativo o un rodeo en el corazón de una cooperativa, por más que no concluya la construcción-reparación de los hospitales o se incumpla el programa de la vivienda.

En medio de un período de contracción económica fue preciso administrar bien y definir con precisión lo posible de lo deseado, sustituir materiales óptimos por otros menos costosos o más asequibles, combinar necesidades perentorias y soñar con la modernidad y la prosperidad merecidas.

Hemos recopilado, con la paciencia y el “hambre” de un buscador de tesoros, las imágenes que muestran una provincia girando sobre sí misma 365 veces, incansablemente. Y en ese girar, al final del conteo, aquí están algunas de sus “pepitas”, hijas del yacimiento inagotable de nuestra voluntad.