No intentaré descubrir “el agua caliente” al decir que Las Tunas sale de favorito ante Ciego de Ávila en el play off que ambos equipos iniciarán este viernes, a partir de las 2:00 de la tarde, en el estadio Julio Antonio Mella, pero hay detalles que no pueden pasar por alto. De ellos intentaré comentar.
Pero primero, una aclaración. En las redes sociales de Internet se habló de la posibilidad de que al conjunto se incorporaran jugadores que actualmente están enrolados en el extranjero. El intento fue cierto, pero según el reglamento de la competencia, la solicitud debía ser durante el calendario regular de esta 63 Serie Nacional de Béisbol, algo que no se cumplió, por lo que esto no se hará realidad.
En cuanto a la aseveración de dar de favoritos a los del Balcón del Oriente, ella no está dada solo porque los Leñadores terminaron terceros y los Tigres sextos en la fase clasificatoria, ni porque la diferencia fue de tres juegos y medio, ni por el triunfo (3-2) en el enfrentamiento particular, ni incluso porque en la postemporada del pasado año los orientales barrieron (4-0) a los avileños, se trata, sencillamente, que hombre por hombre, los de Pantoja son superiores a los nuestros.
Desde luego que estos argumentos son irrefutables, pero hay otros detalles que indican que el duelo de este 2024 tendrá mucha más nivelación que el anterior. Para confirmarlo acudiré a los números del segmento que acaba de concluir.
Si bien los actuales campeones batearon (323) mucho más que los nuestros (292), también lo es que, su picheo, sobre todo el abridor, dejó mucho que desear, al extremo que, los de Dany Miranda tuvieron un PCL de 4,41, casi una carrera menos que Las Tunas (5,40) por cada nueve entradas de actuación.
He ahí el aspecto que puede favorecer a los tres veces campeones nacionales, porque, en cuanto al picheo de relevo, si fueron inferiores (5,46) a los tuneros (4,86), por lo que los iniciadores de Ciego de Ávila tendrán que asumir una mayor responsabilidad.
No tienen los tuneros una “yunta” de tiradores abridores como la de Dachel Duquesne y Ediel Ponce, que entre los dos sumaron 15 victorias. La de Yadier Pérez y Elianes Bravo solo alcanzó ocho.
No es necesario decir que, según como trabaje esa pareja de lanzadores, se podrá hablar de posibilidades o no, al menos, de mejorar la imagen del último play off ante los pati verdes orientales.
En contra de los Tigres está que en estos choques no contarán con quien fue el jugador más valioso del equipo en la clasificatoria, porque no hay dudas de que Rubén Valdés, no solo por sus 60 impulsadas, sino por el hecho de su desempeño en la defensa, de manera improvisada en el campo corto, fue un elemento clave en que el equipo esté ahora entre los ocho primeros.
Los felinos necesitan también que su cuarto bate Osvaldo Vázquez adquiera su óptima forma deportiva, después de estar alejado una gran parte de la temporada por problemas de salud. Tiene que convertirse, como casi siempre ha sido, en el principal remolcador de carreras del conjunto.
Habrá que esperar por ver el regreso al juego diario de Héctor Labrada, un bateador que promedió 366 y que trajo para la goma a 49 compañeros, no obstante estar alejado de la alineación en una gran parte de la segunda mitad del campeonato.
Un último detalle: los Tigres esta vez tendrán menos presión psicológica que en anteriores temporadas. Ya no cuentan con aquel equipo que tenía que ganar o... ganar. Ahora se trata de un conjunto que, por el momento, se ha ido bien por encima de los pronósticos y merece felicitaciones.
Sí, Las Tunas es favorito, pero parodio entonces a un personaje: “pero no favoritooooo...”