A partir del aislamiento que generó la pandemia de la COVID-19, cobraron fuerza formas de organización del trabajo como el trabajo a distancia y el teletrabajo, no solo en Ciego de Ávila, sino en todo el país y más allá de nuestras fronteras.
En este central territorio, ambas modalidades se mantuvieron en auge una vez que la situación sanitaria mejoró. Actualmente suman más de 1000 quienes se acogen al trabajo a distancia y el teletrabajo, informó a Invasor la jefa del departamento de empleo provincial, Marta Isabel Domínguez Allen. Cifra que resulta insuficiente a partir de las potencialidades de dichas modalidades.
Según las declaraciones de Domínguez Allen, los municipios que más potencian estas actividades son Ciego de Ávila, Chambas y Ciro Redondo. También, añade que es una idea que debe continuar generalizándose en el resto de la provincia.
La medida del trabajo a distancia ofrece garantías y protecciones según lo establece el artículo 24 de la Ley No.116. Código de Trabajo de la República de Cuba, de 20 de diciembre de 2023, donde el inciso e) refiere al lugar de trabajo.
Dicha forma no presencial resulta ventajosa en el difícil contexto de la economía cubana, cuando la crisis en la generación de electricidad y las dificultades en la transportación, por ejemplo, pudieran incidir en el rendimiento de los trabajadores y la entidad en general.
Ante esas problemáticas y las condiciones deficitarias de tecnología y demás recursos en los centros laborales, resultaría viable potencializar aún más estas dos alternativas, si se tiene en cuenta que es permisible “la modificación de las condiciones iniciales del contrato de trabajo a través de un suplemento contractual, en el que puede acordarse la periodicidad para la entrega del trabajo y otras cuestiones de interés, de conformidad con los previsto en el artículo 42 del propio Código”, explicó el Doctor en Ciencias Osvaldo Manuel Álvarez Torres en un texto publicado este año en Cubadebate.
Importante en estos casos es que se instauren los mecanismos idóneos en pos de que el trabajo a distancia y el teletrabajo no sirvan de excusas para resultados inferiores, a destiempo, sin ser auditables.
Como plantea la jefa del departamento de empleo en Ciego de Ávila, las mayores diferencias entre trabajo a distancia y teletrabajo están en que el segundo demanda de equipamiento informático con conectividad y los despachos al organismo pueden ejecutarse vía Internet.
La especialista hizo hincapié en que el teletrabajo y el trabajo a distancia son perfectamente aplicables en el pluriempleo, sin que afecte en horario la jornada laboral principal y se cumpla siempre el encargo, con iguales requerimientos.