Gusta en su tiempo libre de ver béisbol y fútbol, y se confiesa aficionado de siempre a los Tigres de Ciego de Ávila y al Re

Tan solo era un inquieto niño de 10 años que gustaba de jugar con sus amiguitos al béisbol y al fútbol, darse un chapuzón en la Playita de Majagua e ir a pescar, de vez en vez, con algunos familiares. Pero a esa temprana edad, el mundo pareció caerle encima a Yannier Torres Veloso junto a aquella pared que le provocó la amputación de su pierna izquierda.
Por un instante, se nubla la mirada del hoy joven de 34 años, mientras recuerda ese trágico período de su vida. “Hice rechazo a todo, hasta a la escuela. No quería que nadie me viera ni sintiera lástima por mí. Estaba en quinto grado, y los maestros tuvieron que irme a hacer las pruebas a la casa para que no perdiera el curso escolar.
“Nunca olvidaré que se acercaron a mí en aquellos difíciles momentos Yolanda Ferrer Pontigo y el ya fallecido Alcalá, quien era entonces metodólogo provincial para personas con discapacidad, y me animaron a seguir adelante.”
También entró en su existencia la acción de la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico-Motoras (ACLIFIM), de la que es miembro desde 1994 y la que contribuyó a su reinserción a la sociedad.
Comenzó a entrenar y competir en natación. Rememora que con solo 10 años lidiaba contra adolescentes y jóvenes, lo cual no le impidió ser campeón nacional en ese deporte durante 10 años consecutivos.
Asimismo, se adentró después en la práctica sistemática de otros deportes como baloncesto, voleibol, ajedrez y atletismo, con resultados tanto en Ciego de Ávila como a nivel nacional, en competencias organizadas de manera conjunta por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) y la ACLIFIM.
“En 2018 participamos con el equipo masculino y femenino en el Zonal Nacional de voleibol sentado. Tuve la responsabilidad de ser el capitán del primero y entrenador del segundo.
“Fui el año pasado campeón nacional en este deporte, como refuerzo del seleccionado de La Habana, ganándole a los cienfuegueros.”
Confiesa que el voleibol sentado, junto a la natación, son sus preferidos, aunque también resultó en el 2018 titular cubano de baloncesto sobre sillas de ruedas, como refuerzo del equipo de Cienfuegos.
Entre sus logros deportivos estuvo, además, la conquista de la medalla de plata en los 50 metros espalda, en el Campeonato Nacional de natación para personas con discapacidad, celebrado en octubre del 2018, en tenaz porfía con Lorenzo Pérez Escalona, de Granma, campeón paralímpico.
Hace 12 años que es Licenciado en Cultura Física, Deporte y Recreación, y labora desde hace tres como director del Combinado deportivo número Uno 19 de Noviembre, de Majagua.
Allí tiene bajo su mando a 56 trabajadores, entre entrenadores y personal de apoyo, y más de 300 atletas, de ellos ocho con discapacidad.
“En el combinado son practicados nueve deportes: béisbol, ciclismo, hockey, lucha libre y grecorromana, voleibol, tenis, tiro deportivo, gimnasia y patinaje.”
El vicepresidente de Deportes e Integración Social de la ACLIFIM en el municipio de Majagua está casado hace tres años con Brena Frómeta Esquivel, y es padre de dos niñas, Adeimis, de 10 años, y Amelia Yulia, nacida el 20 de enero de este año, a quienes idolatra.
Gusta en su tiempo libre de ver béisbol y fútbol, y se confiesa aficionado de siempre a los Tigres de Ciego de Ávila y al Real Madrid.
Actualmente, se afana en la terminación de su Tesis de Maestría en la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, la que investiga la preparación de los entrenadores de natación para los atletas con discapacidad.
Yannier es uno de los 16 delegados avileños al VI Congreso de la ACLIFIM, que sesionará en junio próximo en La Habana. “Será mi primera participación en un cónclave, iré a adquirir experiencias de otras provincias y a transmitir las nuestras.”
Si hace 24 años creyó que la vida se le había acabado prácticamente sin empezar, hoy se siente realizado, tanto en el plano personal como profesional. Entusiasta, jovial, emprendedor, amante de vestir a la moda, ha sido capaz de fortalecer el espíritu al mismo tiempo que el cuerpo, con la entereza de los campeones del alma.