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    Entrenador “resabioso” de 32 coronas en vitrina

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    Entrenador “resabioso” de 32 coronas en vitrina

     

    No se avizora, al menos en las próximas décadas, que un entrenador cubano pueda mostrar 32 coronas nacionales,  como resultado de 18 títulos en la categoría  juvenil y 14 en la de mayores. Esas son las que ostenta ya en su vitrina  Eliberto Sarduy Rivero . Y aunque el periodista quisiera ser mesurado, no se resiste a especular: ¿Será posible que alguien lo supere en este siglo?

    Ni el mismo Sarduy, en el momento del diálogo, estaba consciente de la tremenda hazaña que ha protagonizado al frente de los equipos de hockey sobre césped de la provincia, pero no lo piensa mucho para afirmar que los dos títulos que estarán presentes siempre en su mente son el primero con el juvenil en el año 1986 y el último conseguido con la escuadra de mayores en el 2020.

     “Es que aquel primero fue una gran inyección que recibí para tratar de  que vinieron otros momentos parecidos. Yo digo que si un éxito no te impulsa no ha sido entonces triunfo.  Fue algo  inigualable saber que el equipo era el mejor del país, a lo que se agregaba que  sabíamos que estábamos en condiciones de aspirar a más títulos”.

    —Y si tienes que mencionar un “derrota especial”…

    —Todavía me duele la del 2017 en la categoría juvenil  y es que se rompió en esa oportunidad la cadenas de títulos consecutivos  pues desde 1989 no perdíamos el primer lugar. Pero lo sentí más porque si bien en otros años el equipo no era el gran favorito, en esta oportunidad logramos formar tremenda “banda”, con incluso dos jugadores que militaban en el equipo nacional, pero nos falló algo que siempre ha sido nuestra bandera: colectivismo.        

    —Me han dicho que fueron muchas tus quejas por los pocos estímulos que recibieron tus jugadores de las autoridades deportivas del territorio en aquellas primeras coronas…

    —Es verdad, y mucho que me quejé de que no se reconociera, como merecían, atletas que habían dado glorias al territorio. Pero te digo algo, creo que eso, en el aspecto deportivo, nos ayudó. Este deporte en Ciego de Ávila  fue, y es, muy humilde y  los muchachos  salen a ganar por su honor competitivo. Jamás hablamos de que “te darán esto o esto otro”. He visto durante todos estos años como en otros deportes los estímulos se convertían a veces en motivos de desunión dentro de los equipos.

    “Pero seguiré exigiendo a que al hockey se le de lo que merece, aunque debo confesar que en los últimos años se nos ha tenido más en cuenta. Algunos se ponen bravos cuando digo que  es lógico que así sea, pues nos lo hemos ganado. No me importa que me acusen de inmodesto. Me sentiría culpable si no defendiera a todos los que hemos dedicado la vida a este deporte. Siempre dejo claro que los títulos no caen del cielo. Hay dejar mucho sudor en los entrenamientos”.

    —¿Será por eso que tienes fama de “viejo peleón” ?

    —Al principio me disgustaba cuando sabía que así pensaban algunos, pero luego me di cuenta que ese cartelito venía desde que comencé en esto y era bastante joven. A entrenadores como el desaparecido Roberto Castañeda de ciclismo, Omar García, Rogelio del Sol de baloncesto y otros tantos más, nos decían que éramos “atravesados” por estar diciendo las cosas que ponían trabajas a nuestro trabajo.

    “Mientras esté vinculado al deporte seré así. No trabajo para que piensen mal o bien de mi. Lo hago porque me gusta esta profesión y no dejaré de decir, lo que tengo que decir, ante el “más pinto de la paloma”.

    —Pues si de decir se trata, confórmame  un equipo ideal de hockey sobre césped  avileño de todos los tiempos…

    —Eso se lo dejo a otras personas . Yo no me puedo “meter en candela” con decirte ese posible equipo de ensueño pues podrían quedar fuera varios jugadores que dejaron el alma en el terreno durante muchos años. Lo que si tengo en esta “libretica”, en  la que llevo mis apuntes desde hace unos cuantos años, los nombres de los 25 jugadores que no deben faltar a la hora de hablar del hockey en Ciego de Ávila. (Ver Word anexo)

    —En el esquema de juego que te gusta presentar ¿hace énfasis mayor  en  el ataque o la defensa?

    —Está claro que sin el balance entre ambas líneas poco se puede hacer, pero en nuestro caso hemos tenido “la suerte” de tener casi siempre una línea media  que sabe lo que hacer en ataque y defensa. Te  digo, por ejemplo, que en la época de Manuel Marín como jugador el medio campo, casi  siempre era de nosotros. Y cuando uno tiene el centro bajo control, todo se hace fácil, tanto para ir retroceder  como para atacar.

    —Algunos creen que “presionas” demasiado a tus atletas al exigirle siempre que si no obtienen el título, el resultado lo calificas de “malo”, aún cuando hayan merecido la medalla de plata…

    —Lo primero que te voy a decir es que cuando los muchachos llegan a la academia provenientes de la EIDE, les decimos en la bienvenida que aquí no se viene para hacer “grupos”, que los que están en cualquiera de los dos equipos, juvenil o de mayores, tienen que tener en mente la mentalidad de campeones. Aquí se gana o se gana.¿Cómo voy a decir cuando me hablan de pronósticos que aspiramos a discutir el título? Si digo eso, estoy dando por hecho que el rival tiene posibilidades de vencer. Y que me digan autosuficiente. Pero te repito, yo entreno a mis muchachos para ganar. Si eso es “creeré cosas”, pues me creo cosas.

    En la casi despedida del dialogo le pedí una opinión acerca de su hijo Heriberto Sarduy Gómez, uno de los mejores delanteros del hockey cubano de todos los tiempos.”Todo lo  que te diga lo van interpretar que es solo pasión de padre, pero ha sido el goleador cubano más natural que he visto en una cancha”.

    Y entonces el “chirrin.-chirrán” de la conversación fue mi promesa de una próxima entrevista con Yuyo.

     

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