La mayor parte del consumo de agua en la provincia proviene de fuentes subterráneas. Foto: Nohema Díaz Muñoz
En medio de un contexto mundial donde las reservas de agua potable son cada vez más limitadas y los pronósticos de los próximos años en Cuba indican la disminución de las lluvias, única fuente de recuperación de este recurso natural, la protección de las reservas del vital líquido gana en importancia cada vez más.
De ocurrir alguna contaminación en las cuencas subterráneas de origen cárstico, que en su mayoría predominan en Ciego de Ávila, los procesos artificiales para su depuración se complejizan y encarecen. Ante semejantes peligros, la provincia proyecta acciones para limitar o eliminar la carga nociva proveniente de unas 602 fuentes identificadas.
Reinaldo Rodríguez Martínez, especialista de desarrollo y manejo de Recursos Hídricos de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico Ciego de Ávila, dijo que de ese total que vierten residuales líquidos al medio solo pueden caracterizarse 279 porque los demás son letrinas o fosas sépticas a los que no pueden realizárseles tales estudios.
Hasta la fecha se han elaborado 67 caracterizaciones, de las cuales solo 17 cumplen los indicadores de la Norma Cubana 27 del 2012 para la descarga al ambiente de las aguas residuales. El cronograma previsto para completar su análisis se extiende por tres años.
Según trascendió en el Balance Anual del Consejo Provincial de Cuencas Hidrográficas de 2019, se registraron 68 afectaciones en la calidad del agua de abasto a la población, no obstante, fueron eliminadas mediante la cloración.
Señala además que durante el año anterior se realizaron 49 estudios de caracterización de residuales, que mostraron, de forma general, la baja eficiencia del tratamiento de los sistemas, debido a que los ensayos efectuados se encuentran en los valores normados en solo cuatro fuentes contaminantes. Aún desde las entidades no se le presta a la problemática la importancia que requiere.
Un dato corroborador de la baja percepción sobre el asunto revela que en 2019, de los más de 138 millones de pesos en inversiones para la protección del medio ambiente declarados a la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, solo un millón 200 000 pesos estuvo dirigido a la solución de los residuales líquidos.