Ahorro de energía

    Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
     
    Valoración:
    ( 0 Rating )
    Pin It

    Compartimos con nuestros lectores estos interesantes consejos para el uso adecuado y eficiente de la energía eléctrica.

    Un principio esencial para el uso eficiente de la energía es conocer cómo funcionan los diferentes electrodomésticos, cuánto consumen de electricidad y el aprovechamiento que podemos obtener de ellos.

    Hay algunas recomendaciones generales que son importantes tomar en cuenta:

     - Apaga los aparatos eléctricos y desconecta los que no tienen interruptor cuando no los estés utilizando.

    - Mantén siempre limpios los aparatos eléctricos, principalmente los de la cocina. El buen estado de los mismos prolonga su duración y reduce su consumo de energía.

    - Revisa cuidadosamente los aparatos que al conectarse producen chispas o calientan el cable. No los uses antes de resolver el problema.

    A continuación, encontrarás algunos de los electrodomésticos más usados en los hogares y cuáles son los consejos para usarlos eficientemente:

    Nevera

    - Debe estar colocada en un lugar con espacio para permitir la circulación del aire.

    - Verifica que la nevera cierra herméticamente y revisa periódicamente las gomas de la puerta.

    - Saca los alimentos que vayas a utilizar y cierra inmediatamente las puertas. No las dejes abiertas innecesariamente.

    - No introduzcas alimentos calientes dentro de la nevera. Una vez enfriados, cúbrelos con papel aluminio, plástico o mételos en envases.

    - Verifica que el termostato esté en perfectas condiciones y que los ciclos se completen.

    - Si vas comprar un refrigerador o nevera nueva, compara precios, capacidad y consumo de energía. Revisa la etiqueta de eficiencia energética.

    Cocina

    - Descongela los alimentos antes de cocinarlos.

    - Cocina en las hornillas adecuadas al tamaño de cada olla.

    - Utiliza ollas con fondos totalmente planos.

    - Siempre que puedas, cocina con las ollas tapadas.

    - Comienza a cocinar con fuego alto y luego redúcelo para que termine de cocinar con el calor que queda en las hornillas.

    - Forra con papel aluminio las hornillas de la cocina para que el calor se refleje hacia arriba.

    - Apaga el horno un poco antes de que los alimentos estén listos. Éste conservará suficiente calor para terminar la cocción de los alimentos.

    Licuadora

    - Revisa que las aspas siempre tengan filo y no estén rotas.

    - Licúa todas las porciones que se van a necesitar de una sola vez, en lugar de hacerlo por partes.

    - Revisa minuciosamente el buen funcionamiento del aparato y mantén limpios sus componentes.

    Plancha

    - Trata de planchar la mayor cantidad de ropa en una sola sesión; conectar muchas veces la plancha gasta más energía, que mantenerla un buen rato encendido mientras plancho todo.

    - Revisa la superficie de la plancha para que esté siempre tersa; así se trasmitirá el calor de manera uniforme.

    - Clasifica la ropa según el tipo de tela, comenzando a planchar por las de tejidos más suaves y luego sube la temperatura para continuar con las telas más fuertes.

    - Rocía la ropa ligeramente sin humedecerla demasiado.

    - Aprovecha el calor que mantiene la plancha una vez que la haya apagado para planchar las piezas más pequeñas.

    Secadora

    - Aprovecha al máximo la capacidad de carga, sin excederlo.

    - Selecciona la ropa a secar según el tipo de tela para evitar que se sobrecaliente.

    - Coloca la secadora en un lugar donde circule aire fresco, porque la ventilación disminuye el tiempo de secado.

    - Limpia el filtro después de cada secada para retirar la pelusa.

    - Utiliza la secadora de ropa sólo cuando sea indispensable; aprovecha el sol para secar la ropa y eliminar bacterias.

    Lavadora

    - Úsala de acuerdo con su capacidad y posibilidades para consumir eficientemente la energía y reducir los gastos.

    - Aprovecha al máximo la capacidad de carga; consume menos lavar una sola vez con máxima carga que dos veces con medias cargas.

    - Selecciona la ropa según el tipo de tela y utiliza el ciclo que le corresponde a cada uno.

    - Utiliza sólo el detergente necesario; el exceso produce mucha espuma y hace trabajar al motor más de lo conveniente.

    - Remoja las prendas antes de lavarlas para evitar un doble lavado.

    - Disminuye las sesiones de lavado por semana.

    - Limpia el filtro luego de cada lavada para evitar que el motor trabaje más.

    - Mantén limpia el área que rodea la lavadora para evitar que se recaliente.

    Calentador de agua

    - Instala el calentador lo más cerca posible del lugar donde se usa el agua.

    - Gradúa el calentador a una temperatura de 35° centígrados.

    - Apágalo sólo si no utilizarás agua caliente por más de 8 horas continuas.

    - Evita fugas de agua.

    - Mantén las llaves de agua caliente cerradas mientras no la estés utilizando.

    Secador de cabello

    - Seca muy bien el cabello con una toalla antes de iniciar el secado porque consume la energía de cuatro o cinco televisores encendidos.

    - Enciende el secador sólo cuando estés listo para comenzar y apágalo al terminar o si haces una interrupción.

    Aire acondicionado

    - Desconecta el aire acondicionado al salir de la habitación porque consume en promedio 150 kilovatios/horas mensuales.

    - Instala los equipos donde no reciban luz solar.

    - Limpia y cambia regularmente los filtros.

    - Revisa periódicamente si la unidad necesita gas refrigerante.

    - Mantén las puertas y ventanas cerradas para evitar la pérdida de frío.

    - Ajusta el termostato a una temperatura intermedia.

    - Al comprar un equipo de aire acondicionado, verifica que tenga la capacidad necesaria y nunca superior a la que requieres.

    Iluminación

    - Iluminar exclusivamente los espacios que requerimos con lámparas y tubos adecuados permite un uso adecuado de la energía y reduce gastos.

    - Siempre que sea posible, aprovecha la iluminación natural.

    - Apaga la luz cuando no sea necesaria.

    - Utiliza colores claros para pintar paredes y techos.

    - Utiliza luces fluorescentes en los espacios que requieren más iluminación, como por ejemplo cocina, baño y estudios.

    - Limpia las lámparas y focos, ya que el polvo bloquea la luz que emiten.

    - Mantén las cortinas y persianas abiertas durante el día: la luz solar es la mejor.

    - Realiza el mayor número de actividades aprovechando la luz solar.